Pensamiento Para El Día
Ante cada situación inesperada, buscaré la presencia de Dios.
LEER Marcos 10:35 – 45
Esto les servirá de señal: Hallarán al niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
Lucas 2:12 (RVC)
Durante todo un año, mi hermana Chinwe y yo planeamos con emoción la boda de su hijo que se llevaría a cabo en Puerto Vallarta, México. Tres días antes de la fecha, volé desde Lagos a México, llevando conmigo decoraciones para la colorida ceremonia nigeriana. Pero entonces recibimos una terrible noticia. Chinwe estaba hospitalizada; estaban estudiando la posible presencia de piedras en el riñón. Si las pruebas daban positivo, necesitaría una cirugía de urgencia. Gracias a Dios, las pruebas dieron negativo.
No es posible anticipar lo que nos pasará. Me pregunto si María esperaba el largo y polvoriento viaje a Belén o el rechazo del mesonero. ¿Sabía que su amado bebé, el Rey eterno, estaría acostado en un pesebre? Del mismo modo, la expectativa de los discípulos en el relato de Marcos, capítulo 10, era que Jesús tendría un trono terrenal y deseaban sentarse junto a él. No anticiparon las vidas modestas ni el sufrimiento que enfrentarían.
La desilusión está presente en nuestras vidas: negocios que fracasan, relaciones rotas, la pérdida de personas amadas, el rechazo en la búsqueda de empleo, oraciones no respondidas. Cuando las cosas no resultan como esperamos, podemos aprender a confiar en el Rey eterno que nació en un establo. Dios está siempre con nosotros.
Oración: Padre celestial, aumenta nuestra fe y confianza en que nos acompañarás en cada desilusión. Amén.
Sra. Nenye Andy – Eke (Lagos, Nigeria)
Oremos: POR LAS PAREJAS RECIÉN CASADAS
