Pensamiento Para El Día
Dios siempre provee lo que más necesito: su amor incondicional.
LLER 1º de Juan 4:7 – 12
Jesús dijo: «Por eso les dio: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa?».
Mateo 6:25 (NVI)
Varios años atrás, sufrí un desorden alimentario que amenazaba con destruir todo lo que amaba. Durante mis años más oscuros, me convertí en la sombra de lo que era. Mentí a mis padres, me aislé de mis amigos y solo me comunicaba en medio de una catarata de lágrimas o estallidos de furia. Abandoné al Señor. Sin embargo, Dios nunca me abandonó.
Al final, me interné en un centro de tratamiento. Una noche, el Señor me guío al versículo citado hoy, diciendo que no me preocupase por la comida, a lo que me incitaba mi enfermedad, o por mi cuerpo, que tanto odiaba. Las palabras que Dios me dijo esa noche tuvieron un significado muy diferente del que tuvieron para la multitud a las que Jesús las dirigió. Y, aún, Dios me condujo a ellas en el momento exacto en que más las necesitaba. Dios me concedió el valor para perseverar hasta la recuperación y me acompañó en cada paso.
Hoy, por la gracia de Dios y el apoyo de mi familia, estoy libre de mi desorden alimentario. Pero cuando vuelve la tentación, pienso en la noche en que Dios me proveyó de lo que más necesitaba: su amor incondicional.
Oración: Padre que tanto nos amas, gracias por conducirnos a tu Palabra y hablarnos a través de ella. Ayúdanos a no preocuparnos sino a confiar en tu amor. Amén.
Srta. Eliza Smith (Tennessee, EE. UU.)
Oremos: POR LOS CENTROS DE TRATAMIENTO
