El año 2020 no se olvidará fácilmente. Fue un año que trajo terribles dolores, pérdidas y cambios en la vida de muchas personas. Pero la pandemia también trajo un cambio positivo. El trabajo desde casa ayudó a algunas personas a darse cuenta del tiempo que habían perdido con familiares y amigos. Muchas personas que solían pasar horas trabajando hasta tarde han comenzado a apreciar un mejor balance entre el trabajo y la vida familiar. La pandemia también ha subrayado la importancia de la salud mental, a menudo descuidada en una sociedad altamente competitiva.
Al ver a tantas personas sufriendo los efectos de la pandemia, sentí fervientemente el llamado a unirme a los voluntarios de salud mental para ayudar a otras personas a superar su adversidad. A veces, un oído atento o una palabra de aliento pueden marcar una diferencia positiva en la vida de alguien. En Efesios 4:11-16, Dios llama a diferentes personas a unirse y realizar obras de servicio para que el cuerpo de Cristo sea edificado, ya que cada parte hace su trabajo en amor.
Dios puede convertir las cenizas en algo bello por medio de personas de distintos ámbitos sociales que se unen en amor para marcar una diferencia en la vida de los demás.
Padre celestial, gracias por los diferentes talentos que nos has dado a cada uno de nosotros y por las oportunidades de usarlos para marcar una diferencia. Amén.