Pensamiento Para El Día
El reino de Dios vive en mí.
LEER Marcos 4:30 – 34
… El reino de Dios, ya está entre ustedes.
Lucas 17:21 (DHH)
Esta mañana, al releer la parábola de la semilla de mostaza, recordé lo ocurrido cuando planté semillas en mi jardín la semana pasada. Tenía pocas semillas de menta en comparación con las demás, pero como la menta crece rápido, supe que estas semillitas en algún momento inundarían el jardín.
El reino de Dios funciona de una manera similar. Cuando recibimos a Jesús en nuestro corazón, nos abrimos a una forma completamente nueva de amar a Dios, a nosotros mismos y a las demás personas. Al principio, la semilla de esta transformación es muy pequeña, pero al seguir a Jesús día a día, echa raíces, se fortalece y se esparce por todos lados. Y al igual que en un jardín, la semilla del reino de Dios también necesita ser alimentada. Lo hacemos leyendo la Biblia, orando y siendo fieles y obedientes a Dios.
Ahora, cada vez que miro y riego mi planta de menta, recordaré que mi alma también necesita riego espiritual para que el reino de Dios eche raíces y se esparza – en mí y a través de mí en todo el mundo.
Oración: Dios creador, gracias por la transformación posible mediante Jesucristo. Guíanos para que podamos alimentar la semilla de tu reino que habita en nuestros corazones. Amén.
Sra. Andreea Nicolae (Inglaterra, Reino Unido)
Oremos: POR OPORTUNIDADES PARA COMPARTIR MI FE
