LEER Isaías: 431-7
Jesús se dirigió otra vez a la gente, diciendo: -Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que la vida, y nunca anduviera en la oscuridad.
-Juan 8:12 (DHH).
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
Cuando esté rodeada de problemas, buscaré la luz de Cristo.
Mientras caminaba por la playa donde la arena llega a los arbustos, noté un hermoso árbol de goma que había caído. El árbol siguió creciendo a pesar de ser golpeado por el viento y el clima. Permaneció hermoso con su corteza blanca y suave, y aunque algunas ramas habían muerto, sus brotes nuevos se extiendan hacia la luz.
Como ese árbol, a menudo somos golpeados y derribados por las tormentas de la vida. Sin embargo, como el árbol, podemos permanecer hermosos y fuertes en medio de nuestro quebrando. Dios dará nuevo crecimiento a nuestra vida cuando lleguen las tormentas. Si confiamos en Dios, nuestras dificultades nos fortalecerán y, por así decirlo, nos enseñarán.
En nuestro quebrando, podemos clamar a Jesús, la luz del mundo. Mientras soportamos nuestras pruebas, tenemos la seguridad de que Dios ha vencido al mundo (Ver Juan16:33) y que nada puede separarnos del amor de Dios. A través de nuestra experiencia, nos volvemos más comprensivos y compasivos con las luchas de las demás personas. También, aprendemos a acercarnos a Dios y a confiar de una manera más profunda que antes. En cristo recibimos consuelo, fortaleza, esperanza y un nuevo crecimiento espiritual.
Sra. Ann Stewart (Australia Meridional, Australia).
Oración: Dios de fortaleza, mientras nos acercamos a ti en nuestras luchas, sana nuestros corazones, venda nuestra heridas y obra para nuestro bien. Amén.
Oremos: por un conocido que se siente quebrantado