Pensamiento Para El Día
El amor incondicional de Dios puede sanar las heridas de mi corazón y espíritu
Leer Filipenses 4:10-14
…es decir, para que nos animemos unos a otros con esta fe que ustedes y yo tenemos
-Romanos 1:12 (DHH)
Cuando era pequeña, solía ser una niña muy sociable y feliz. Cursé la primaria en varios colegios. Sufría de un déficit de atención y este problema se reflejaba en mi rendimiento académico y mi relación con mis compañeros y maestros. Durante muchos años, fui acosada. Me abrumada por una gran sensación de frustración y rechazo. Pero las expresiones de preocupación de mis maestros y amigos significaban mucho para mí. Mi madre, una persona de gran fe, siempre me apoyó.
Cuando comencé la escuela secundaria, las interacciones con mis compañeros de la escuela parecían empeorar, hasta el punto de que quería tomar represalias por las malas experiencias que sufrí. Pero aún más, quería sanar lo que estaba roto en mi vida. Sabia un poco acerca de Dios desde mis primeros años, pero en esta etapa de mi vida comencé a buscar a Dios en serio. Me uní al grupo de jóvenes de la iglesia. Mi proceso de sanidad comenzó cuando conocí a esas personas maravillosas que verdaderamente reflejaban el amor de Cristo y me guiaron e inspiraron a aprender más sobre él y sus enseñanzas.
Hoy, soy una estudiante universitaria y una cristiana muy feliz. Mi corazón herido se está recuperando y estoy aprendiendo la importancia del perdón mientras continúo mi viaje de fe para discernir ña voluntad de Dios para la vida.
Oración: Dios misericordioso, gracias por amarnos y por el ejemplo de perdón de Jesús. Danos valor para defender a quienes sufren abuso y discriminación. Amén.
Srta. Ana María Sierra Olivares (Bogotá, Colombia)
OREMOS: POR VÍCTIMAS DE ACOSO