Pensamiento Para El Día
El amor y la compasión de Dios permanecen.
LEER 1º de Juan 4:7 – 12
Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.
1º de Juan 4:11 (RVR)
En el año 1989, partí con mis hijas y mi esposo, quien era pastor, a la ciudad de Milwaukee (EE. UU.) para ayudar a la gente hispana de la parte sur de esa ciudad. Allí levantamos, con la ayuda de Dios, una iglesia muy floreciente. Mi esposo fue un pastor amoroso, muy dado a la obra. A los seis años de estar allí, le descubrieron cirrosis en el hígado. Inmediatamente, fue separado para un trasplante, recibiendo la cirugía en junio del 1999. Aparentemente todo salió bien, pero al mes el cuerpo comenzó a rechazar el órgano. Para esta situación no había, en ese momento, ningún tratamiento.
Una semana antes de partir con el Señor, mi esposo deseaba ducharse pues sentía un calor intenso. En ese mismo momento llegó a visitarlo Roberto, un amigo y Líder de la iglesia que él pastoreaba. Mi esposo le contó lo que deseaba. Este hombre de Dios, sin ningún temor, lo levantó, lo abrazó y lo llevó hasta la ducha. Roberto salió con toda su ropa empapada, pero muy contento por haber logrado lo que su pastor deseaba.
Nunca olvidaré aquellos momentos. Todos los allí presentes nos impresionamos por ese gran gesto de amor y compasión de un amigo. Roberto mostró el verdadero amor al prójimo del que nos habla el Señor. Cuando mi esposo falleció, tuvimos que recordar esta anécdota como uno de los gestos de amor, entre muchos, que compartieron esos grandes amigos y hermanos.
Oración: Dios de todo el universo, gracias por tu compañía y tu amor. Permítenos mostrar tu amor a quienes están sin fe y sin esperanza. Amén.
Sra. María Chico (Camuy, Puerto Rico)
Oremos: POR QUIENES RECIBIRÁN UN TRASPLANTE DE ÓRGANO
