Pensamiento Para El Día
Ofrecer lo mejor de mí basta para Dios.
LEER 2° a los Corintios 10:12 – 18
Entonces la nube cubrió el tabernáculo, y la gloria del Señor llenó el tabernáculo.
Éxodo 40:34 (RVR)
Suelo caer en la trampa de compararme con otras personas. Normalmente comparo mi espiritualidad o mi nivel de compromiso en el ministerio con el de otras personas. En días pasados, vi en las redes sociales una fotografía que corrigió mi manera de ver la vida. Era la imagen de una bandeja con un desayuno para tomar en la cama, preparado por una niña de 3 años para su mamá. Se trataba de dos rodajas de pan solo y una bella taza llena de agua fría. ¡En el mejor de los casos podría decirse que no era muy tentador! Pero las manitas que tomaban con fuerza la bandeja eran suficientes para conmover el corazón.
Éxodo 40 describe cómo los israelitas construyeron el tabernáculo en el desierto y cómo descendió la gloria del Señor. El contraste entre esta estructura y el templo que después construyó Salomón es enorme (1° de Reyes 6:8). El primero resultó humilde al compararlo con el segundo, pero Dios no lo consideró demasiado modesto, sino que vino a él en toda su gloria. ¿Por qué? Porque había sido construido con lo mejor que tenía el pueblo en ese entonces.
Dios no necesitaba los regalos más finos que el mundo pueda ofrecer. El Señor desea que le ofrezcamos lo mejor que tenemos nosotros. Si eso le entregamos, entonces Dios verdaderamente se complace.
Oración: Dios todopoderoso, perdónanos cuando nos comparamos con otras personas y ayúdanos a enfocar nuestros ojos en ti y a utilizar los dones recibidos para tu gloria. Amén.
Sra. Esther MacDonald (Quebec, Canadá)
Oremos: POR PERSONAS ADICTAS A LAS REDES SOCIALES